Es curioso como el relativismo lo está invadiendo todo, hasta los valores dejan de ser universales y se convierten en algo relativo. En concreto, la fidelidad, un valor que siempre fue considerado de mucha importancia en las relaciones humanas, ahora por razones puramente subjetivas ha pasado a no tener -valga la redundancia- ningún valor.
Siempre ha existido la fidelidad en la amistad, en el matrimonio, en las empresas, etc., pero resulta que ahora mi interés personal o mi capricho ponen entre paréntesis este valor indispensable para una sana convivencia social.
Cuando se trata de la fidelidad matrimonial hasta se permite calificar de tonto al que es fiel a su mujer, o -en su caso- al marido. Parece que la fidelidad es algo anticuado, «ya fue». Si no fijémonos en el aviso del MINSA que presentaba la infidelidad del marido como algo normal con la única salvedad de pedir a la mujer que le exija usar condón.
La fidelidad a la empresa en la que se trabaja también deja de interesar cuando hay motivos económicos de por medio.
En los medios de comunicación se hacen verdaderas apologías de la infidelidad. Y quienes las defienden se apoyan en que es algo muy común y que ellos nos muestran la realidad. Pero no se emite ningún juicio de valor.
¿Cómo puede mejorar una sociedad en la que la palabra no vale nada? Los compromisos no interesan. Los juramentos tampoco importan. ¿No nos damos cuenta de que nos autodestruimos como personas al eliminar la fidelidad y el compromiso?
Si queremos construir una sociedad en la que la palabra tiene valor, tenemos que empezar por dar ejemplo a nuestros hijos en la casa; y exigir en las escuelas y colegios que -siguiendo nuestros deseos- también se dé la importancia debida a ese valor que está al nivel de la libertad, de la unidad y de la paz.
Editorial Valores Humanos 
Soy una joven de 23 años y creo en la fidelidad aunque no me haya ido bien en ese aspecto, se tiene que empezar por la casa para inculcar ese valor que es importante para rescatar lo bueno que tiene mexico
Estoy totalmente de acuerdo que para transformar la sociedad necesitamos VIVIR LOS VALORES, pero para ello requerimos tenerlos impregnados en la piel, la mente, el corazón; si todos lo procurásemos nuestra sociedad tendría una milagrosa y bien deseada transformación hacia la excelencia! INTENTÉMOSLO!!!!
VH: Gracias por leernos. Esperamos poder contribuir un poco más a la cultura de valores que tanto hacen falta en la sociedad. Siga así!
Hola me gusta como publican los valores, tengo 18 años y manejo casi mas de la mitad.
Gracias.